Vivo en una ciudad medieval. Tengo muy pocos amigos y muchos
conocidos aunque aquí todos se piensan amigos. En mi ciudad aún se quema a
gente. No en honor a Dios, sino en honor a nosotros, la generación de cristal. Los
que queman a la gente lo hacen desde muy lejos, no como Israel que lo hace para
que no hayan bajas, sino como los cobardes, para que nadie los toque. Mi ciudad
se llama Murcia y es una puta cloaca podrida desde lo alto a lo bajo. La
contracultura está proclamada por imbéciles y la cultura por viejos imbéciles.
Luego hay gente que no se mete con nadie y vive bajo los pinos oliendo a sisca
en broza y no a asfalto. Los imbéciles tienen la nariz taponada y se contonean
como bailando con caras hieráticas sacadas de alguna portada que han visto en
algún kiosko. Yo estoy lleno de barro, heces y toallitas húmedas
semidescompuestas. Gracias a eso puedo distinguir de quién es cada mierda. Hoy
por hoy pienso en la gran mierda que supone el falso feminismo en mi ciudad, Facebook.
Es una ciudad azul fantástica en la que pasar el tiempo
lejos de la realidad. El otro día entré y vi un nuevo grupo: Sin miedo por la
calle. La iniciativa es cojonuda. Crear patrullas y denunciar a los acosadores
que persiguen e intimidan a las mujeres que caminan solas por las calles. Lo
primero que leo son decenas de comentarios de hombres alabando la idea. Hoy
entro a Facebook y veo un linchamiento público a un supuesto acosador. Lo primero
que leo vuelve a ser decenas de comentarios de hombres reforzando a la chica
que publica dicho texto. Luego leo comentarios de amigas cercanas que apoyan a
la chica en cuestión. Luego pienso. Joder,
todas ellas son las más machistas que existen en mi ciudad. Tengo muy claro
que son tan infantiles que no aceptarán una contrariedad, pero ya no es mi
problema, me importa tres leches, hay algo más importante que yo y mi
integridad física. Leer cada comentario ahí escrito es terrorífico. Amenazas de
muerte, nula capacidad discursiva, totalitarismo, muerte al que no opina cual
oveja. Es como si anunciaran una segunda década ominosa. Son machistas y
estúpidas. No me preocupa que lo lea mi madre, porque mi familia y ella han
sido acosadas y han actuado en consecuencia, porque a las personas peligrosas
no se les para con una publicación en Facebook. A los acosadores se les teme y
no se juega con ellos a través de Facebook.
La chica denuncia acoso machista. Bien, DEBE hacerlo, puede
servir de algo. La chica se abandera como defensora del feminismo. Mal, NO
DEBE hacerlo porque es una víctima del
machismo. Tan evidente y que es ridícula, pero todos estamos cegados por un
halo de buenismo. Like al hastag STOP ACOSO. Like a la enésima foto de chica mona en picado (nótese la ausencia
de palo selfie) con los ojos abiertos, labio inferior medio caído con fondo
derruido, tazón lleno de cereales, comida vegana, gato, ukelele, piscina,
bañador, topless frente al mar infinito, boa sobre los hombros, pierna
arqueada, bullshit. Es tan sumamente hipócrita y ridículo que clama al cielo.
Inseguridad. Necesidad. Afecto a través de la imagen.
Necesidad. Pérdida de la personalidad. Necesidad. Ausencia de la personalidad.
Necesidad. Repetición de patrones de tu entorno por mímesis. Necesidad.
Es un mal endémico y no son capaces de verlo. El tío de sangre comenta en la publicación del supuesto acosador. Dice que lo va a matar, literalmente «Te mato»: demostración de protección varonil heteropatriarcal. Conocidos míos dicen que hacerlo público le servirá de escarmiento: publicitación de empatía promovida por la necesidad de demostrar que uno es buena persona-feminista, como si eso tuviera que hacerse más que actuando en consecuencia.
En la ciudad de Facebook todos debemos mostrarnos como
santos varones guardando el apetito y soltándolo para comidas frugales siempre
compartidas. Las amigas comentan para defender a la acosada acusando a
cualquiera que no diga Ánimo, debe morir.
Matémoslo. Cuando no saben ni intuyen, porque la masa y la estulticia las
ciega, que el chaval es simple y llanamente tonto. ¿Quién moría en los pueblos
de Delibes? El tonto cuando había alboroto y el bruto aprovechaba para matarlo.
Una masa enfurecida que no piensa por sí misma, que ha perdido al individuo
conforme acerca su antorcha al ajusticiado. Luego todos se irán a dormir y no
habrá rastro de cenizas. Buenas personas,
sí, eso somos. Y esas mismas buenas personas, avanzadas, modernas, de este
siglo, hacen like a la enésima foto
absurda con pose absurda y complicada de una niña pidiendo atención porque no
sabe ni qué hacer con su vida ni cómo sentirse querida por sus seres más
cercanos. Compartir una canción, un pensamiento, un libro, una película. Nada
vale a la niña que cuenta el like
número 150 como récord. Mañana más. Y mañana siempre llega junto al mismo
vacío. Oh. Qué pena. Pobre niña. Pobre, pobre niña. De verdad. Lo diría de
verdad si es pobre niña no tuviera tan pocos valores.
¿Las patrullas antiviolación? Nadie se acordará, porque
nadie mueve un músculo por nadie. ¿A las 5 de la mañana mientras bebes gin
tónicas o fumas chocolate en el Bar Ocio? Ni de coña. Porque esto es solo
imagen de una clase social que no sabe ni qué hostias es el lenguaje.
Vivo en la ciudad donde nace el sol. Vivo en una ciudad donde la gente se mira, se saluda y se ayuda. Esta ciudad es Murcia y ni es medieval ni es una cloaca, aunque claro las ratas existen y algunas de ellas hasta escriben en un blog.
Lo que yo puedo deducir de este artículo sin tener ningún interés personal en el asunto (cosa que no sé si se puede afirmar del autor) es que en Murcia todos somos imbéciles, todos somos unos cobardes y todos estamos mal informados. Bueno todos no, solo aquellos que no estamos de acuerdo con lo que el autor aquí expone. Y además somos ovejas que olemos a mierda.
Hablas de linchamiento público, que es precisamente lo que estas intentando hacer tu con una chica, que simplemente ha contado en una de tantas redes sociales que hoy existen, algo que le ha pasado. ¿Es ella la que tiene que esconderse? ¿Acaso por publicar fotos en mi Facebook tienen derecho a acosarme? ¿Cómo tengo 500 likes no puedo volver a casa sola sin que me molesten?.
Hablas de una Murcia medieval ¿no estará todo en tu cabeza? Tenemos tendencia a ver las cosas como somos y no como son.
Permíteme que te diga que no informas de nada. Solo insultas, parafraseas, cincunloquias y aburres y todo ello en el nombre de un tema tan serio como es el acoso.
Tanta paz lleves como dejas hermano.
Prejuicios generacionales, ego, poca información sobre feminismo, clap clap clap. No esperaba menos del cuñadismo que apesta a rancio de Piso28.
Vomito.
Es conveniente cuando se reacciona ante algo que se dice injusto, que en esa reacción pueda observarse proporcionalidad.
No es proporcional que, tras la molesta lectura de mensajes enviados por alguien a quien libremente das tu número de teléfono, se reaccione publicando nombre y número de teléfono del interfecto molestoso, ya que coloca a la otra persona en la situación de que cualquier desconocido con cualquier intención pueda disponer de su contacto, y hacerle pasar con ello algo potencialmente mucho peor que lo que él mismo pudiera haber provocado inicialmente.
En otro orden de cosas, considero que acoso es cuando un señor se aprovecha de su fuerza para realizarte tocamientos indeseados, o cuando la policia del feudo medieval de Murcia, sistemáticamente te inmoviliza y somete a vejaciones arbitrarias por tu aspecto, a la vista de todos, o cuando un/a ex pareja a sabiendas de que sufres una depresión y crisis de ansiedad te llama a diario para amenazarte entre otras lindezas, o cuando un grupo de energúmenos te apalean cada vez que te ven porque "deducen" que su "ideología" no converge con la tuya.
Cosas que por desgracia conozco.
A cada cosa su nombre. Si alguien te molesta, insulta, ofende, etc. Antes de someterlo a que le pase lo mismo que a ti te ha pasado multiplicado por x, existe una cosa en whatsapp que se llama bloquear contacto.